¡Emociones, emociones y más emociones!

Todos lo conocemos: las emociones. Nos levantamos y nos acostamos con ellas. A lo largo del día sentimos una variedad de emociones, basadas en la situación que nos rodea y en cómo la afrontamos. Las emociones influyen en nuestras acciones y envían un mensaje al mundo exterior. Por lo tanto, es importante estar familiarizado con las emociones y saber cómo manejarlas. ¿Pero sabías que esto ya comienza al nacer? El desarrollo emocional comienza el día uno y crece lentamente contigo. Mientras lees esto, es muy posible que tu peque esté ocupado expandiendo su mundo. Dependiendo de la edad, cada vez serán más conscientes de sus propias emociones y de las de sus cuidadores. En este blog te llevaremos al desarrollo emocional de tu hijo: ¿cómo empieza y qué puedes esperar?

En la barriga

Incluso antes de que el bebé nazca, siente contigo. El bebé experimenta desde dentro cómo te sientes y lo que sucede fuera de la barriga. Comparten, hasta cierto punto, las mismas emociones que tú experimentas y reaccionan a los ruidos fuertes fuera de la barriga. Las emociones que sientes tú, y por lo tanto también ellos, pueden tener un efecto en el bebé después del nacimiento. Por lo tanto, es importante prestar atención a tus sentimientos y a tu salud mental.

Los primeros meses

¡Ahí está: tu bebé recién nacido! En las primeras semanas no pasa mucho y sobre todo duermen, pero eso no significa que no tengan emociones. Los bebés son capaces de tener emociones básicas. Al principio será una cuestión de satisfacción/insatisfacción, pero en el segundo mes se añaden emociones como la alegría, el gozo y la tristeza. Expresan sus sentimientos directamente cuando están presentes. Esto puede hacer que tu pequeño empiece a llorar de repente, o que aparezca la primera sonrisa en su carita. Las emociones guían a tu bebé en lo que hace. Aún no son capaces de regularlas.

Cuando tu bebé cumple tres meses, las acciones de los demás afectarán sus emociones. Los bebés pueden comenzar a sonreír o mostrar su satisfacción en respuesta a algo que haces o a sus juguetes. También imitarán a las personas que los rodean repitiendo sonidos. Están fascinados por su propia voz y la tuya.

Meses 4 - 6

En el segundo trimestre del primer año de vida, tu bebé se comunicará cada vez más y mejor. Te harán saber cuándo quieren que los cojas en brazos, levantando los bracitos. Además, las emociones se intensifican con el tiempo; la diferencia entre las emociones positivas y negativas aumentará. También aumenta el interés por las emociones de los demás. Tu peque intentará imitar las emociones y expresiones faciales de los demás.

La capacidad de reacción sigue creciendo; el bebé reacciona a tus emociones y a las de los demás a su alrededor. Por ejemplo, pueden entristecerse si estás enfadado y apartar la mirada si estás triste. Las acciones también influyen en el estado de ánimo del bebé; por ejemplo, tu bebé empezará a llorar cuando dejes de jugar.

En el quinto mes, tu bebé empieza a reír. Además, amplían sus emociones con enfado y frustración. Ambas emociones se reflejarán en su cara. Es bueno recordar que los bebés no hacen nada personal, sino que simplemente viven 'en el momento'. Todo lo que hacen es una reacción a una situación.

Los bebés también empiezan a tener cada vez más preferencias o aversiones por ciertas cosas o situaciones. Pueden reaccionar negativamente a la comida que no les gusta o frustrarse cuando quieren hacer algo que aún no les sale bien.

Cuando llega el sexto mes, tu bebé puede experimentar cambios de humor: puede pasar de estar contento a estar de mal humor en un instante. Afortunadamente, también hay muchos hitos positivos que se pueden observar en este mes: los bebés sacarán la lengua y dividirán su atención. Esto les permite prestar atención a más de una persona y seguir tu mirada. También es posible que giren la cabeza cuando los llamas por su nombre.

Mes 7 – 9

En este período, tu bebé experimenta una nueva emoción: el miedo. Los bebés ahora pueden reaccionar con miedo cuando un extraño se les acerca o cuando desapareces de su vista. Esto se debe a que en esta fase los bebés pueden distinguir a los conocidos de los desconocidos. Así, se apegan a una selección de personas con las que prefieren estar cerca. Por lo tanto, es posible que tu bebé ya no quiera estar en el regazo de la vecina, aunque antes sí lo hiciera. Esto también se conoce como 'rechazo a los extraños'. Otra forma de llamarlo es 'miedo a los extraños'.

Para ti como padre, este puede ser un período difícil, porque se vuelve difícil ir a algún lado. Porque otro desarrollo que viene después de la ansiedad ante los extraños es la ansiedad por separación. Los bebés se dan cuenta de que ellos y tú no son uno. En otras palabras: adquieren su propia conciencia.

Cuando desapareces de su vista, tu bebé puede empezar a llorar de repente. Tu bebito no entiende que eventualmente vas a volver; piensa que te vas para siempre. Esto puede provocar ataques de llanto y requiere un enfoque tranquilo y reconfortante. Es importante tomarse en serio las emociones de tu pequeño.

¡No te preocupes! Tener ansiedad por separación forma parte del desarrollo emocional. Esto suele ocurrir en niños de ocho a dieciocho meses, aunque puede haber excepciones.

En estas fases, los bebés necesitarán más señales de reacciones emocionales por tu parte. Lo ven como un indicador de si algo es 'seguro' y lo utilizan para tranquilizarse. También lo utilizan para ver qué deben pensar de algo. Por ejemplo, si pones cara fea al comer espárragos, es probable que el bebé haga lo mismo. Sus preferencias se basan en las tuyas. Y si te emocionas al visitar una tienda o a un médico, o al dejar al bebé en la guardería, es posible que tu hijo asocie los lugares con tristeza. Esto se conoce como 'referencia social', o 'indicaciones sociales'. Este fenómeno se da principalmente en los bebés.

Además de la desconfianza hacia los extraños, la ansiedad por separación y la referencia social, surge más espacio para los juegos y tu bebé es cada vez más capaz de vincular sus expresiones faciales con las emociones. Ya conocen todas las emociones básicas: interés, alegría, sorpresa, ira, tristeza, disgusto y miedo. Y disfrutan cada vez más de juegos como el 'cucú'. ¡Ahora es un buen momento para jugar juegos sociales con tu bebé!

Además de expresar sus propias emociones, cada vez pueden leer mejor los gestos y las expresiones faciales de los demás para comprender cómo se siente alguien. También son capaces de señalar algo y luego verificar si tú también estás mirando realmente el objeto. Este es un paso más en el área de la distribución de la atención, que ya se abordó en el sexto mes.

Meses 10-12

El final del primer año de vida está a la vista y esto viene acompañado de aún más hitos para tu peque. La conciencia del bebé aumenta y puede mostrar cada vez más emociones. La emoción de la 'vergüenza' aparece ahora cuando hacen algo que no está permitido. Además, el bebé se vuelve aún más sensible a la aprobación y desaprobación de los demás.

Alrededor del duodécimo mes comienza una nueva etapa: el desarrollo emocional de tu bebé se amplía con las primeras palabras. Los bebés pueden comunicarse con gestos físicos y pequeñas palabras. Sin embargo, las emociones seguirán siendo tan intensas como antes por el momento. Esto disminuirá a una edad más tardía, cuando hayan aprendido a regular sus emociones.

Pero por ahora, tendrás que lidiar con emociones no reguladas por un tiempo. Míralo por el lado bueno: ¡puedes comunicarte con tu hijo incluso antes de que cumpla un año! Sin duda, es un hito para celebrar y del que estar orgulloso. ¡Seguro que tu bebé comparte esta emoción contigo, al igual que las anteriores!