Oh ven y mira...

Oh ven y mira...

Ya ha pasado otra vez: ¡el Boxing Day! Una tarde llena de diversión, charlas y niños muy felices. Hacer regalos, largos poemas y, como gran sorpresa, la visita de San Nicolás. Una velada que muchos niños esperan desde hace semanas, a veces incluso meses. En este blog, Ineke Janssen te contará el fin de semana de Sinterklaas de su familia. Este año, celebraron el día de San Nicolás en un lugar muy especial...

Hola a todos. Soy Ineke y tengo dos hijos de cinco y siete años. Este año hemos celebrado San Nicolás en nuestra casa de vacaciones en Moreira. Es un acogedor pueblo pesquero de la Costa Blanca. Solemos venir dos o tres veces al año. Por supuesto, últimamente no hemos podido hacer muchas cosas en Holanda debido a las circunstancias que nos ha tocado vivir. Así que este año, mi novio y yo pensamos que estaría muy bien irnos unas semanas en diciembre para variar. Es algo que normalmente nunca hacemos. En los últimos años, siempre hemos celebrado Sinterklaas con toda la familia en los Países Bajos. Por desgracia, esto no fue posible debido a las medidas del último San Nicolás, así que decidimos tomarnos un descanso. 

El pasado viernes, 3 de diciembre, volamos los cuatro a Alicante. El viaje transcurrió sin contratiempos. Desde el aeropuerto, condujimos un coche alquilado hasta nuestra casa de campo en Moreira. Poco menos de una hora en coche a través de las montañas y a lo largo de la costa de la Costa Blanca. Es como volver a casa. El sol brilla y con una agradable temperatura de 15 grados, no nos oirás quejarnos.

Una vez en la carretera, mis hijos empezaron a hacer preguntas sobre Sinterklaas. Les parecía raro que fuéramos a España, cuando en realidad Sinterklaas va de España a los Países Bajos. ¡Explícaselo! También se preguntaban cómo podían venir los ayudantes y traer los regalos hasta España. Por supuesto, esto no es un problema, ya que muchos de los pete se quedaron en España especialmente para los niños. Estaban muy contentos por ello, ya que, por supuesto, esperaban con impaciencia los regalos en particular.

Después de un día tranquilo de relax en casa, por fin llegó. 5 de diciembre. Nuestros hijos pequeños se despertaron temprano y fueron lo más rápido que pudieron al salón, donde encontraron un rastro de pan de jengibre y caramelos. Siguieron el rastro hasta sus zapatitos llenos de regalos y golosinas. Estaban encantados de que el pequeño pete hubiera pasado por allí. Llenos de alegría y satisfacción, se fueron a jugar con sus nuevos juguetes todo el día. Sin saber que Saint y los Piets volverían a pasar por allí esta noche. Después de cenar, llegó la hora del poema que Sinterklaas había escrito para todos. En medio del poema de mi hijo pequeño, le interrumpieron unos fuertes golpes en la puerta principal. Naturalmente, nuestros pequeños corrieron lo más rápido que pudieron hacia la puerta para ver a San Nicolás y sus ayudantes, pero fue en vano. Lo que sí encontraron fue una gran bolsa llena de regalos. Alborozados y sorprendidos, comenzamos nuestro día de San Nicolás, ¡en la preciosa España!

Fue un día muy exitoso y a nuestros pequeños les encantó. Me temo que ahora tendremos que celebrar la visita de Sinterklaas en España todos los años, ¡lo que por supuesto a mamá y papá no les importa en absoluto! En definitiva, recomendamos celebrar las fiestas en un lugar diferente para variar. Merece la pena intentarlo.

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